viernes, 4 de julio de 2014

No escojas los caminos del hombre violento

   En estos días se ven innumerables hechos de violencia en los noticiarios de los diferentes medios de comunicación, realmente es una época donde abunda un espíritu de imponerse por la fuerza sobre el prójimo, donde la seguridad escasea para todos, donde el odio y la ira parece amarrarse a sabiendas con fuerza en el corazón y mentalidad de muchas personas, a menudo se ven golpizas, ataques iracundos, conductores furiosos, personas destruyendo sus propias ciudades, saqueos, robos, en particular robos violentos, torturas macabras, países en pie de guerra, personas secuestradas, abusos, padres que hieren o abusan a sus propios hijos, violaciones, asesinatos y una infinidad de amenazas del hombre contra su prójimo.

 En el libro de Proverbios dice:

"No maquines mal contra tu prójimo mientras viva confiado junto a ti.
No contiendas con nadie sin razón si no se te ha hecho mal.
No envidies al hombre violento ni escojas ninguno de sus caminos.
Porque el perverso es abominación para Jehová, mas su comunión íntima es con los justos.
La maldición de Jehová está en la casa del malvado, mas él bendice la morada de los justos.
Ciertamente él escarnece a los escarnecedores y a los humildes da gracia.
Los sabios heredan la honra, mas los necios cargan con su ignominia."                                                                                                                                                                             [Proverbios 3:29-35]

Viajando un poco hacia atrás en el tiempo, tenemos el registro de los primeros actos de violencia en la tierra, en particular se relata como Caín mató a su hermano Abel:

 "Y habló Caín a su hermano Abel; y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y le mató.
 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel, tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
 Ahora pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.
 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y vagabundo serás en la tierra."

                                                                                                                                        [Génesis 4:8-12]

Sabiendo de antemano Dios que Caín había matado a su hermano Abel, le pidió que confesara que es lo que había sucedido con su hermano, el dejo en claro su actitud de indiferencia respecto de la vida que le había quitado a su propio hermano y fue consiguientemente maldecido porque Dios sabía que su sangre había sido derramada. En la Perla de Gran Precio tenemos un relato aún más detallado sobre este asunto:

"Y Adán y Eva bendijeron el nombre de Dios, e hicieron saber todas las cosas a sus hijos e hijas.

 Y Satanás vino entre ellos, diciendo: Yo también soy un hijo de Dios; y les mandó, y dijo: No lo creáis; y no lo creyeron, y amaron a Satanás más que a Dios. Y desde ese tiempo los hombres empezaron a ser carnales, sensuales y diabólicos."


                                                                                                                                  [Moisés 5:12-13]

En estas escrituras vemos como luego que Adán y Eva enseñaron a sus hijos e hijas, se presentó el enemigo a contrarrestar las buenas enseñanzas que habían recibido de sus padres y logró confundirlos de tal modo que amaron más a Satanás que a su Dios.

"Y Dios el Señor llamó a los hombres en todas partes, por el Espíritu Santo, y les mandó que se arrepintiesen;
 y cuantos creyeran en el Hijo, y se arrepintieran de sus pecados, serían salvos; y cuantos no creyeran ni se arrepintieran, serían condenados; y las palabras salieron de la boca de Dios como firme decreto; por consiguiente, se cumplirán."
                                                                                                                                    [Moisés 5:14-15]

Conociendo nuestro bondadoso Dios como los hijos de Adán habían sido engañados el los comenzó a llamar al arrepentimiento para proveerles los medios de ser librados de las garras del adversario. Por otra parte se nos relata que Adán y Eva no habían perdido la esperanza de que su posteridad siguiera la justicia.


"Y Adán y Eva, su esposa, no cesaron de invocar a Dios. Y Adán conoció a Eva, su esposa, y ella concibió y dio a luz a Caín, y dijo: He adquirido un varón del Señor; por tanto, tal vez éste no rechace sus palabras. Mas he aquí, Caín no escuchó, y decía: ¿Quién es el Señor, para que tenga que conocerlo?
 Y concibió ella de nuevo y dio a luz a Abel, su hermano; y él escuchó la voz del Señor. Y Abel era pastor de ovejas, mas Caín labraba la tierra.
Y Caín amó a Satanás más que a Dios. Y Satanás le mandó, diciendo: Haz una ofrenda al Señor."    

                                                                                                                                     [Moisés 5:16-18]


Claramente se nos dice que Abel fue un buen hombre, mientras que Caín prefirió seguir a Satanás. También hay un relato de las palabras que el Señor dijo a Caín:


"Y el Señor le dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado? ¿Por qué ha decaído tu semblante?
 Si haces lo bueno, serás aceptado; y si no haces lo bueno, el pecado está a la puerta, y Satanás desea poseerte; y a menos que escuches mis mandamientos, te entregaré, y será hecho contigo según la voluntad de él. Y tú te enseñorearás de él,
 porque desde ahora en adelante tú serás el padre de sus mentiras; serás llamado Perdición; porque también tú existías antes que el mundo.
 Y se dirá en tiempos venideros que estas abominaciones procedieron de Caín, porque rechazó el consejo mayor que venía de Dios; y ésta es una maldición que pondré sobre ti, a menos que te arrepientas.
 Y Caín se encolerizó, y no escuchó más la voz del Señor, ni a Abel, su hermano, el cual andaba en santidad delante del Señor."
                                                                                                                                  [Moisés 5:22-26]

Dios le declaró a Caín que si continuaba pecando sería llamado Perdición y que recaería una maldición sobre el, a pesar de las advertencias que Dios le hizo, Caín se enojo y decidió no escuchar más el consejo que venía de su Dios. Luego se relata como Satanás y Caín comenzaron a confabular en secreto con el fin de lucrar y asesinar:


"Y Satanás le dijo a Caín: Júrame por tu garganta, y si lo revelas morirás; y juramenta a tus hermanos por sus cabezas y por el Dios viviente, a fin de que no lo digan, porque si lo revelan, de seguro morirán; y esto para que tu padre no lo sepa; y este día entregaré a tu hermano Abel en tus manos.
 Y Satanás juró a Caín que obraría de acuerdo con sus mandatos. Y todas estas cosas se hicieron en secreto.
 Y Caín dijo: Verdaderamente yo soy Mahán, el maestro de este gran secreto, a fin de que yo pueda asesinar y obtener lucro. Por tanto, Caín fue llamado Maestro Mahán, y se gloriaba de su iniquidad."
                                                                                                                                      [Moisés 5:29-31]

Luego de esto ocurrió el asesinato de Abel, vemos que esta maldad estaba activamente influenciada por Satanás quién logro esparcir las obras de tinieblas sobre la tierra:


 "Y así empezaron a prevalecer las obras de tinieblas entre todos los hijos de los hombres.
 Y Dios maldijo la tierra con penosa maldición; y se llenó de ira contra los inicuos, contra todos los hijos de los hombres que había creado;
 porque no querían escuchar su voz, ni creer en su Hijo Unigénito, aquel que él declaró que vendría en el meridiano de los tiempos, que fue preparado desde antes de la fundación del mundo.
 Y así se empezó a predicar el evangelio desde el principio, siendo declarado por santos ángeles enviados de la presencia de Dios, y por su propia voz, y por el don del Espíritu Santo.
 Y así se le confirmaron todas las cosas a Adán mediante una santa ordenanza; y se predicó el evangelio, y se proclamó un decreto de que estaría en el mundo hasta su fin; y así fue. Amén."

                                                                                                                                  [Moisés 5:55-59]

Dios comenzó a enviar el mensaje del evangelio como un medio para rescatar a todos los hombres y así enseñarles a seguir la rectitud y la justicia y también decretó que su evangelio estaría en el mundo hasta su fin.

Cristo enseñó en el sermón del monte de manera sublime:

"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra como heredad.
 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros."
                                                                                                                                       [Mateo 5:3-12]

El Sermón del Monte

Las virtudes que el Señor exalta son las de aquellas personas que siguen un camino totalmente opuesto al de los violentos, el llamo bienaventurados a los humildes de espíritu, a los que lloran, a los mansos, a los que siguen la rectitud, los misericordiosos, los puros de corazón, los pacificadores y a los que padecen persecución por causa de la justicia.
Jesús también enseñó sobre como debemos actuar con perdón y paciencia frente a las acciones de aquellos que son violentos:

"Pero yo os digo: No resistáis al malo; antes bien, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa"
                                                                                                                                [Mateo 5:39-40]

También nos aconsejo acerca del trato correcto que debemos tener hacia nuestros enemigos, esto es: amarlos, bendecirlos, hacerles el bien y orar por ellos:
"Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos."
                                                                                                                                  [Mateo 5:44-45]

Finalmente Jesús nos hace una invitación de nivel celestial, que tratemos de alcanzar la perfección de Nuestro Padre Celestial:

"Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto." 

                                                                                                                                  [Mateo 5:48]

Si el Señor nos dio esa invitación es porque ese nivel está sin lugar a dudas a nuestro alcance, mediante su misericordia, al perdonarnos Él nuestros pecados luego de arrepentirnos y al ser limpiados mediante su expiación, porque como declaró Nefi:

"...él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado"
                                                                                                                                  [1 Nefi 3:7]

En medio de un mundo donde Satanás continuamente incita a los hombres a la violencia y a toda clase de abundante maldad y obras de tiniebla podemos conservar la esperanza de que Dios nos concederá paz.

"La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo."
                                                                                                                                   [Juan 14:27]

Mi ánimo y consuelo para todas las personas que sufren hostilidades, violencias y abusos, deben saber que Nuestro Padre Celestial sabe todas las cosas y todos los hombres serán juzgados por el y recibirán el castigo por sus malas obras y pecados, así que frente a toda violencia nos basta tener fuerza y resistir el día malo.

Un bonito himno de la iglesia dice así:

"Venid a Cristo, desconsolados; vuestros pesares el llevará
Él os invita al bello puerto donde descanso habrá.
Venid a Cristo el os atiende, aún en sendas de la maldad.
Con infinito amor Él os busca y os dará su verdad.
Venid a Cristo el os escucha, y suplicadle en oración.
El os envía ángeles santos de Su eterna mansión.
Venid a Cristo de toda tierra y de lejanas islas del mar.
A todos llama Su voz divina: "Venid a mí a morar".

                                                                           [Venid a Cristo, Himno N° 60]

Este mensaje va con amor, dedicado a todos los desconsolados.

1 comentario:

  1. excelente tu post... lo encuentro muy claro para entender algunos pasajes de las escrituras que aveces se me hacen difíciles de comprender... gracias

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