Cuando José presentó a su padre Jacob a Faraón, ellos tuvieron la siguiente conversación, según lo que se relata en el primer libro de Moisés:
"Y dijo Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación."
[Génesis 47:8-9]
En las notas al pie de página (de la Biblia Reina Valera 2009 publicada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) se explica que quiso decir Jacob al tachar de malos los días de su vida: "Es decir, tristes, llenos de aflicción y de problemas".
"...expiró y fue reunido con su pueblo"
[Génesis 49:33]
Me llama la atención como la vida en la tierra fue considerada como una breve peregrinación en un mundo lleno de tristezas y aflicciones.
Si uno piensa en el caso de Jacob de verdad uno puede recordar el largo tiempo que vivió pensando que su hijo José había sido despedazado, también el largo tiempo (14 años) que vivió trabajando para poder casarse con Raquel y Lea, las dificultades que tuvo debido a que su hermano Esaú deseaba su muerte y tampoco son despreciables la gran cantidad de dificultades y aflicciones que debe haber vivido al criar y enseñar a su descendencia de doce hijos y una hija, sin contar los que de ellos nacieron, además el gran hambre que vino a la tierra en esos días, todos fueron problemas que tomaron mucho tiempo antes de poder ser resueltos y Jacob sentía finalmente que su vida había sido mucho más breve de lo que el hubiera deseado, observando el la gran cantidad de años que vivieron sus padres.
Uno debe tomar en cuenta que no muchas generaciones antes de Jacob los hombres vivían más que el tiempo que ahora vivimos normalmente, hasta que Dios dispuso que los años de nuestra vida solo fueran alrededor de ciento veinte años:
"Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; y serán sus días ciento veinte años"
[Génesis 6:3]
El mismísimo Adán, el primer hombre sobre esta tierra llego a tener una edad de 930 años.
Set, hijo de Adán, vivió 912 años.
Enós, hijo de Set, vivió 905 años,
Cainán, hijo de Enós, vivió 910 años.
Mahalaleel, hijo de Cainán, vivió 895 años.
Jared, hijo de Mahalaleel, vivió 962 años.
Enoc, hijo de Jared, vivió 365 años, luego Enoc fue trasladado por Dios.
Matusalén, hijo de Enoc, vivió 969 años, este es el caso más extremo tanto así que hoy en día es muy frecuente el dicho: "Estas más viejo que Matusalén" para bromear sobre la edad de alguien.
Lamec, hijo de Matusalén, vivió 777 años.
Noé, hijo de Lamec, vivió 950 años.
Y esos son los nombres de los hijos de Adán en la genealogía de Noé, es muy seguro que también haya habido un gran conjunto de otras personas que no eran de esa linea genealógica y que deben haber vivido por mucho tiempo como estos que se nombran en las escrituras.
La verdad yo también al pensar en esas cantidades anhelo que mi vida fuera así de larga, pero si uno se detiene a pensar Dios nos ha consolado respecto de la muerte enseñándonos que debido a que Cristo ha vencido las cadenas de la muerte iniciando la resurrección de los muertos, entonces todas las personas volveremos a la vida.
¡Un momento!, si todos volveremos a vivir ¿porque entonces la vida del hombre fue disminuida en cuanto a la cantidad de años?
En parte se debe a que pasamos por esta vida con un estado de olvido que Dios ha producido, de modo que hay muchas cosas que aprendimos mientras aún no nacíamos en este mundo que hemos olvidado temporalmente, pero luego de nuestra muerte cuando la prueba de esta vida, con todas sus tristezas, aflicciones y días malos haya pasado, entonces ciertamente tendremos claridad en cuanto a los eventos de la existencia preterrenal, despertará una sección completa de los archivos de nuestros recuerdos de aquella existencia previa:
"Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido"
[1 Corintios 13:12]
Así que Dios al acortar la cantidad de nuestros años sobre la tierra nos está diciendo de una u otra forma que nos prefiere con nuestros recuerdos de quien eramos en nuestra vida premortal, prefiere que recordemos los chicos buenos que fuimos durante nuestra permanencia en aquel mundo eterno, más bien que soportar nuestras fechorías de chicos malos mientras vivimos en esta tierra, porque sin duda debemos aceptar que todos nos equivocamos ya sea mucho o ya sea poco, pero definitivamente no somos perfectos en el sentido que Dios desea, es por eso que el nos invita día a día a seguirle, aceptar las condiciones que el nos da para otorgarnos su perdón y así arrepentirnos, es decir, dejar de hacer las cosas al modo de los chicos malos y ser definitivamente verdaderos chicos buenos, o como dice un dicho que los lideres de la iglesia han acuñado, debemos: "vender nuestra casa de veraneo en Babilonia", porque de otro modo Dios se cansa de nosotros y deja de darnos oportunidades hasta que recapacitemos, por eso decía la escritura que anote más arriba: "...No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre..." [Génesis 6:3]
Pero entonces me pregunto cuanto tiempo Dios estará dispuesto a enseñarnos, a vivir lidiando con nuestras dificultades, guiándonos, alentándonos, fortaleciéndonos y entregándonos todo el mismo amor y buen cuidado que Él nos da, en el libro de Salmos se expresa la respuesta así:
"Andad alrededor de Sión y rodeadla; contad sus torres.
Poned vuestro corazón hacia su antemuro; recorred sus palacios, para que lo contéis a la generación venidera.
Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aun más allá de la muerte."
También en el Segundo Libro de Nefi se expresa la naturaleza perdurable de la compañía de Dios, si aún más allá de esta vida:
"Y el que combata contra Sión perecerá, dice Dios.
Porque quien levante rey contra mí, perecerá; pues yo, el Señor, el rey de los cielos, seré su rey, y eternamente seré una luz para aquellos que oigan mis palabras."
Así que la muerte es solo un paso, debemos confiar en Dios, en su guía y el amor que nos tiene, el cual es eterno, el solo desea que prestemos atención a lo que el nos dice para que nuestra vida sea mucho mejor de lo que podemos lograr por nosotros mismos, andando a solas sin su luz.
La promesa respecto a nuestra vida más allá de la muerte, es que estará allí por siempre para ser nuestro Dios:
"Y está es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado...
...Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado, por cuanto me has amado desde antes de la fundación del mundo."
[Juan 17:3,24]