Amlici se había levantado entre los nefitas oponiéndose al gobierno de los jueces, que era el sistema de gobierno que regía a los nefitas, una forma de gobierno propuesta por el rey Mosíah, para que más adelante no cayeran en la terrible situación de tener un rey malvado que los llevara a la corrupción.
El malvado Amlici deseaba a toda costa que los nefitas lo convirtieran en su rey, aunque la voz del pueblo lo rechazó, de modo que la mayoría de la gente escogió que no hubiese un rey sobre ellos, pero Amlici incitó a los que estaban a su favor a rebelarse e ir a la guerra contra el resto del pueblo, pero fueron rechazados, heridos, matados y perseguidos durante la batalla, sin embargo, en su huida los amlicitas decidieron unirse a una numerosa hueste lamanita y así los nefitas tuvieron una nueva batalla contra todos ellos al cruzar el río Sidón.
Alma era el primer juez superior de la nación nefita, como el líder principal el mismo iba con ellos a la guerra contra sus enemigos, que ahora era la mezcla de amlicitas y lamanitas, el dio la batalla a Amlici cara a cara y con la ayuda de Dios pudo vencerlo, también enfrento al rey lamanita, el cual huyó, y a sus guardias, con ayuda de sus propios guardias.
Me causa admiración la fortaleza y fe de Alma al enfrentar cara a cara a sus enemigos sabiendo que su Dios estaría con él para fortalecerlo en la lucha una y otra vez:
"Y aconteció que Alma luchó con Amlici cara a cara con la espada; y lucharon tenazmente uno con otro.
Y sucedió que Alma, siendo un hombre de Dios y teniendo mucha fe, clamó, diciendo: ¡Oh Señor, ten misericordia y salva mi vida a fin de que yo sea un instrumento en tus manos para salvar y preservar a este pueblo!
Y cuando Alma hubo dicho estas palabras, contendió de nuevo contra Amlici; y a tal grado fue fortalecido, que mató a Amlici con la espada.
Y también se batió con el rey de los lamanitas, pero el rey huyó de Alma, y envió a sus guardias para contender con él.
Más Alma, con sus guardias combatió con los guardias del rey de los lamanitas hasta que los mató y los hizo retroceder."
[Alma 2:29-33]
lunes, 20 de octubre de 2014
domingo, 19 de octubre de 2014
El amor de Israel por su hijo José
Viviendo Israel, hijo de Isaac, en la tierra de Canaán y teniendo a sus doce hijos con él, los hijos de Lea, Raquel, Bilha y Zilpa se empieza a relatar la historia del joven José, quién a sus diecisiete años era el hijo más amado de Israel, debido a que fue el hijo que tuvo en su vejez, aunque claro, también estaba Benjamín, pero tal vez dado que era más pequeño que José, quizás no era aún el centro de atención de su padre, pero si sabemos que más adelante era también un hijo muy amado de Israel.
Israel había dado a su hijo José una túnica de diversos colores (o una túnica larga con mangas, según la Septuaginta) la cual era una señal clara del amor especial que Israel sentía por su hijo amado.
Los hermanos de José al ver el gran amor de Israel por su hijo José empezaron a aborrecerle y fueron incapaces de tratarlo de forma pacífica, dando lugar a la envidia hacia su hermano.
José entonces tuvo dos sueños, sabemos que los sueños son una de las formas mediante la cual Nuestro Padre Celestial puede darnos revelaciones personales para guiar nuestra vida, de modo que algunos sueños pueden ser inspirados y quizá representan acontecimientos futuros aún por verificarse, así fue con los sueños de José:
"Y soñó José un sueño y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.
Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:
He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y quedaba erguido, y vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban ante el mío.
Y le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros o te enseñorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y de sus palabras."
[Génesis 37:5-8]
Sabemos que José fue, como lo expresó Nefi:
"...preservado por la mano del Señor para que salvara del hambre a su padre Jacob y a toda su casa"
[1 Nefi 5:14]
Así que de este modo el Señor estaba indicando el rol que desempeñaría José frente a sus hermanos, los hijos de Israel.
José tuvo un segundo sueño:
"Y soñó aún otro sueño y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.
Y lo contó a su padre y hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es éste que soñaste? ¿Acaso vendremos yo, y tu madre y tus hermanos a inclinarnos ante ti en tierra?
Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre reflexionaba sobre eso."
[Génesis 37:9-11]
Sabemos que después José fue enviado por su padre a ver el estado de los rebaños de oveja y para saber como estaban sus hermanos, más ellos conspiraron para arrojarlo muerto a una cisterna, pero Rubén quería librarlo de las manos de ellos de modo que les dijo que lo colocaran en la cisterna pero que no lo mataran, deseando el encontrar la ocasión de sacarlo más adelante y entregarlo a su padre Israel.
Habiendo colocado a José en la cisterna, que estaba vacía (sin agua), y luego que le hubieron quitado la túnica de colores, mientras comían pan Judá propuso a sus hermanos que lo vendieran a los mercaderes madianitas, descendientes de Ismael, hijo de Abraham, que iban pasando en una compañía rumbo a Egipto y lo vendieron por 20 piezas de plata.
Al parecer todo ocurrió en ausencia de Rubén de modo que éste al volver, pensando en liberar a su hermano, encontró que la cisterna estaba vacía:
"Y Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro y rasgo sus vestidos.
Y volvió a sus hermanos y dijo: El joven no aparece; y yo, ¿adónde iré yo?"
[Génesis 37:29-30]
Los hermanos de José tomaron la túnica de colores y la mancharon con sangre de cabrito y la enviaron a Israel para hacerle creer que su hijo había sido despedazado por algún animal.
"Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días.
Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas el no quiso recibir consuelo y dijo: Porque yo enlutado descenderé hasta mi hijo al Seol. Y lo lloró su padre."
[Génesis 37:34-35]
Esta escritura me llego al hueso, se nota que el amor de Israel por su hijo José era tremendo, que bendecido era José por tener un padre que lo amaba tanto, que dolor tan inmenso debe haber llenado el corazón del buen Jacob, al grado de que nadie de su familia podía consolarlo por la pérdida de su hijo amado.
Los ismaelitas vendieron a José en Egipto a Potifar, un oficial del Faraón, así José iba rumbo a pasar grandes dificultades, pero finalmente Dios hizo que él desempeñara un papel muy importante entre los egipcios, guardando alimentos en los años de abundancia y administrando estos alimentos en los años de hambruna que sobrevinieron, convirtiéndose Egipto en el lugar al cual todos acudieron en busca de alimentos, incluso Israel y sus otros once hijos, sin saber que encontrarían a José a cargo de todo aquello.
Hacia el final del primer libro de Moisés se relata como los hermanos de José tuvieron temor cuando murió Israel:
"Y viendo los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: Quizá nos aborrezca José y nos de el pago de todo el mal que le hicimos.
Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque te trataron mal; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
Y vinieron también sus hermanos, y se postraron delante de él y dijeron: Aquí nos tienes por siervos tuyos.
Y les respondió José: No temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
Vosotros pensasteis hacerme mal, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a un pueblo numeroso.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló y les habló al corazón."
[Génesis 50:15-21]
También en la traducción inspirada de José Smith de la Biblia encontramos las palabras de Israel a su hijo José acerca de como sus sueños habían sido cumplidos:
"Y Jacob dijo a José: Cuando el Dios de mis padres se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, el me juró que me daría a mí, y a mi descendencia, la tierra por heredad perpetua.
Por tanto, oh hijo mío, me ha bendecido al levantarte para que me seas por siervo, salvando a mi casa de la muerte;
al librar a mi pueblo, tus hermanos, del hambre que era grave en la tierra; por lo cual el Dios de tus padres te bendecirá, así como al fruto de tus lomos, de modo que benditos serán sobre tus hermanos y sobre la casa de tu padre;
porque tú has prevalecido, y la casa de tú padre se ha inclinado ante ti, así como te fue mostrado antes que fueses vendido para Egipto por las manos de tus hermanos; por lo que tus hermanos se inclinarán ante ti, de generación en generación, ante el fruto de tus lomos para siempre;
porque tú serás una luz a los de mi pueblo, para librarlos de la esclavitud en los días de su cautividad; y para traerles la salvación, cuando estén completamente oprimidos por el pecado."
[TJS Génesis 48:7-11]
Vemos que las palabras de Jacob hacia su hijo José se extendían como una profecía hacia el futuro, declarando como Dios iba a favorecer a la posteridad de José, de modo que por medio de la posteridad de José el resto de la casa de Israel sería librada de la opresión del pecado trayéndoles la salvación.
Sabemos que los nefitas y lamanitas pertenecían por genealogía a la tribu de José, de modo que en la actualidad muchos de sus descendientes habitan américa (permanecieron solo los lamanitas, pero por las promesas hechas a Nefi sabemos que entre los lamanitas algunos se habían mezclado con los descendientes de Nefi, de modo que permanecen aún en esa mezcla descendientes sanguíneos de Nefi, al menos en parte), más aún, cada persona al unirse a la iglesia recibiendo el bautismo pasan a formar parte de la casa de Israel, como lo enseñó Pablo:
"Es decir: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados en la descendencia."
[Romanos 9:8]
Y un poco más adelante hablando de que la salvación de Dios llegaría también a los Gentiles el apóstol Pablo escribió:
"Como también en Oseas dice:
Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo; y a la no amada, amada.
Y acontecerá que en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente."
[Romanos 9:25-26]
Al recibir la bendición patriarcal, que es una guía y privilegio que se da a cada miembro de la iglesia, a fin de que tenga una profecía dirigida de forma personal a su propia vida, es en esa bendición que el patriarca que ha sido autorizado para ese fin, le indica a la persona cual es la tribu a la que pertenece dentro de Israel, siendo un hecho notorio que muchos miembros de la iglesia han sido declarados como descendientes de Efraín y Manasés, los hijos de José, hijo de Abraham, de ese modo cumpliéndose aún las palabras de Israel de que José sería una luz para el resto de la casa de Israel.
Debemos notar una gran semejanza entre la historia de José y Jesucristo:
Porque Jesucristo también fue vendido por algunas piezas de plata -las 30 piezas de plata que recibió Judas- y el amor que sentía el Padre Celestial por su hijo amado, es como el amor de Israel por José.
Sin duda nuestro Padre en los cielos debe haber sentido un desconsuelo irreconciliable al ver a su hijo entregado al sufrimiento y dolor que le impusieron -los romanos y el pueblo judío- al castigarle con azotes, espinas, al escupirle y hacerle cargar una pesada cruz, para consumar su muerte, habiendo el entregado su vida voluntariamente, librándonos de la cautividad del pecado al expiar nuestros pecados en Getsemaní mediante su padecimiento (tal como José fue una herramienta preparada por Dios con un propósito similar de librar a Israel y así como su descendencia sería una luz cuando Israel estuviera oprimido por el pecado).
Prueba de que Nuestro Padre estaba realmente triste al presenciar lo que sucedía a Jesucristo se encuentra en las palabras de Mateo:
"Y cerca de la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: ¡Elí, Elí!, ¿lama sabactani? Esto es: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?"
[Mateo 27:46]
El sufrimiento de Jesucristo en Getsemaní quedó plasmado en estas palabras de Lucas:
"Y el se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a tierra."
[Lucas 22:41-44]
La indiscutible moraleja es que ojala podamos recordar en nuestras dificultades mayores que a veces Dios tiene un gran propósito que cumplir, siendo nosotros mismos una herramienta escogida por él para ayudar a otros, en el caso de José, el fue la herramienta para salvar al numeroso pueblo de Israel en el tiempo de hambruna y claro también a los Egipcios y a las personas de otros pueblos que venían a comprar de lo que José había guardado mediante la guía de Dios.
También Cristo tiene alimento para las épocas en que nuestra alma tenga hambre y sed, el nos guía para que seamos felices.
Israel había dado a su hijo José una túnica de diversos colores (o una túnica larga con mangas, según la Septuaginta) la cual era una señal clara del amor especial que Israel sentía por su hijo amado.
Los hermanos de José al ver el gran amor de Israel por su hijo José empezaron a aborrecerle y fueron incapaces de tratarlo de forma pacífica, dando lugar a la envidia hacia su hermano.
José entonces tuvo dos sueños, sabemos que los sueños son una de las formas mediante la cual Nuestro Padre Celestial puede darnos revelaciones personales para guiar nuestra vida, de modo que algunos sueños pueden ser inspirados y quizá representan acontecimientos futuros aún por verificarse, así fue con los sueños de José:
"Y soñó José un sueño y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.
Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:
He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y quedaba erguido, y vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban ante el mío.
Y le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros o te enseñorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y de sus palabras."
[Génesis 37:5-8]
Sabemos que José fue, como lo expresó Nefi:
"...preservado por la mano del Señor para que salvara del hambre a su padre Jacob y a toda su casa"
[1 Nefi 5:14]
Así que de este modo el Señor estaba indicando el rol que desempeñaría José frente a sus hermanos, los hijos de Israel.
José tuvo un segundo sueño:
"Y soñó aún otro sueño y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.
Y lo contó a su padre y hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es éste que soñaste? ¿Acaso vendremos yo, y tu madre y tus hermanos a inclinarnos ante ti en tierra?
Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre reflexionaba sobre eso."
[Génesis 37:9-11]
Sabemos que después José fue enviado por su padre a ver el estado de los rebaños de oveja y para saber como estaban sus hermanos, más ellos conspiraron para arrojarlo muerto a una cisterna, pero Rubén quería librarlo de las manos de ellos de modo que les dijo que lo colocaran en la cisterna pero que no lo mataran, deseando el encontrar la ocasión de sacarlo más adelante y entregarlo a su padre Israel.
Habiendo colocado a José en la cisterna, que estaba vacía (sin agua), y luego que le hubieron quitado la túnica de colores, mientras comían pan Judá propuso a sus hermanos que lo vendieran a los mercaderes madianitas, descendientes de Ismael, hijo de Abraham, que iban pasando en una compañía rumbo a Egipto y lo vendieron por 20 piezas de plata.
José es vendido como esclavo a Egipto |
Al parecer todo ocurrió en ausencia de Rubén de modo que éste al volver, pensando en liberar a su hermano, encontró que la cisterna estaba vacía:
"Y Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro y rasgo sus vestidos.
Y volvió a sus hermanos y dijo: El joven no aparece; y yo, ¿adónde iré yo?"
[Génesis 37:29-30]
Los hermanos de José tomaron la túnica de colores y la mancharon con sangre de cabrito y la enviaron a Israel para hacerle creer que su hijo había sido despedazado por algún animal.
"Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días.
Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas el no quiso recibir consuelo y dijo: Porque yo enlutado descenderé hasta mi hijo al Seol. Y lo lloró su padre."
[Génesis 37:34-35]
Esta escritura me llego al hueso, se nota que el amor de Israel por su hijo José era tremendo, que bendecido era José por tener un padre que lo amaba tanto, que dolor tan inmenso debe haber llenado el corazón del buen Jacob, al grado de que nadie de su familia podía consolarlo por la pérdida de su hijo amado.
Los ismaelitas vendieron a José en Egipto a Potifar, un oficial del Faraón, así José iba rumbo a pasar grandes dificultades, pero finalmente Dios hizo que él desempeñara un papel muy importante entre los egipcios, guardando alimentos en los años de abundancia y administrando estos alimentos en los años de hambruna que sobrevinieron, convirtiéndose Egipto en el lugar al cual todos acudieron en busca de alimentos, incluso Israel y sus otros once hijos, sin saber que encontrarían a José a cargo de todo aquello.
Hacia el final del primer libro de Moisés se relata como los hermanos de José tuvieron temor cuando murió Israel:
"Y viendo los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: Quizá nos aborrezca José y nos de el pago de todo el mal que le hicimos.
Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:
Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque te trataron mal; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
Y vinieron también sus hermanos, y se postraron delante de él y dijeron: Aquí nos tienes por siervos tuyos.
Y les respondió José: No temáis, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
Vosotros pensasteis hacerme mal, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a un pueblo numeroso.
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló y les habló al corazón."
[Génesis 50:15-21]
También en la traducción inspirada de José Smith de la Biblia encontramos las palabras de Israel a su hijo José acerca de como sus sueños habían sido cumplidos:
"Y Jacob dijo a José: Cuando el Dios de mis padres se me apareció en Luz, en la tierra de Canaán, el me juró que me daría a mí, y a mi descendencia, la tierra por heredad perpetua.
Por tanto, oh hijo mío, me ha bendecido al levantarte para que me seas por siervo, salvando a mi casa de la muerte;
al librar a mi pueblo, tus hermanos, del hambre que era grave en la tierra; por lo cual el Dios de tus padres te bendecirá, así como al fruto de tus lomos, de modo que benditos serán sobre tus hermanos y sobre la casa de tu padre;
porque tú has prevalecido, y la casa de tú padre se ha inclinado ante ti, así como te fue mostrado antes que fueses vendido para Egipto por las manos de tus hermanos; por lo que tus hermanos se inclinarán ante ti, de generación en generación, ante el fruto de tus lomos para siempre;
porque tú serás una luz a los de mi pueblo, para librarlos de la esclavitud en los días de su cautividad; y para traerles la salvación, cuando estén completamente oprimidos por el pecado."
[TJS Génesis 48:7-11]
Israel y sus hijos, Israel bendice a José |
Vemos que las palabras de Jacob hacia su hijo José se extendían como una profecía hacia el futuro, declarando como Dios iba a favorecer a la posteridad de José, de modo que por medio de la posteridad de José el resto de la casa de Israel sería librada de la opresión del pecado trayéndoles la salvación.
Sabemos que los nefitas y lamanitas pertenecían por genealogía a la tribu de José, de modo que en la actualidad muchos de sus descendientes habitan américa (permanecieron solo los lamanitas, pero por las promesas hechas a Nefi sabemos que entre los lamanitas algunos se habían mezclado con los descendientes de Nefi, de modo que permanecen aún en esa mezcla descendientes sanguíneos de Nefi, al menos en parte), más aún, cada persona al unirse a la iglesia recibiendo el bautismo pasan a formar parte de la casa de Israel, como lo enseñó Pablo:
"Es decir: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados en la descendencia."
[Romanos 9:8]
Y un poco más adelante hablando de que la salvación de Dios llegaría también a los Gentiles el apóstol Pablo escribió:
"Como también en Oseas dice:
Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo; y a la no amada, amada.
Y acontecerá que en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente."
[Romanos 9:25-26]
Al recibir la bendición patriarcal, que es una guía y privilegio que se da a cada miembro de la iglesia, a fin de que tenga una profecía dirigida de forma personal a su propia vida, es en esa bendición que el patriarca que ha sido autorizado para ese fin, le indica a la persona cual es la tribu a la que pertenece dentro de Israel, siendo un hecho notorio que muchos miembros de la iglesia han sido declarados como descendientes de Efraín y Manasés, los hijos de José, hijo de Abraham, de ese modo cumpliéndose aún las palabras de Israel de que José sería una luz para el resto de la casa de Israel.
Debemos notar una gran semejanza entre la historia de José y Jesucristo:
Porque Jesucristo también fue vendido por algunas piezas de plata -las 30 piezas de plata que recibió Judas- y el amor que sentía el Padre Celestial por su hijo amado, es como el amor de Israel por José.
Sin duda nuestro Padre en los cielos debe haber sentido un desconsuelo irreconciliable al ver a su hijo entregado al sufrimiento y dolor que le impusieron -los romanos y el pueblo judío- al castigarle con azotes, espinas, al escupirle y hacerle cargar una pesada cruz, para consumar su muerte, habiendo el entregado su vida voluntariamente, librándonos de la cautividad del pecado al expiar nuestros pecados en Getsemaní mediante su padecimiento (tal como José fue una herramienta preparada por Dios con un propósito similar de librar a Israel y así como su descendencia sería una luz cuando Israel estuviera oprimido por el pecado).
Prueba de que Nuestro Padre estaba realmente triste al presenciar lo que sucedía a Jesucristo se encuentra en las palabras de Mateo:
"Y cerca de la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: ¡Elí, Elí!, ¿lama sabactani? Esto es: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?"
[Mateo 27:46]
El sufrimiento de Jesucristo en Getsemaní quedó plasmado en estas palabras de Lucas:
"Y el se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a tierra."
[Lucas 22:41-44]
La indiscutible moraleja es que ojala podamos recordar en nuestras dificultades mayores que a veces Dios tiene un gran propósito que cumplir, siendo nosotros mismos una herramienta escogida por él para ayudar a otros, en el caso de José, el fue la herramienta para salvar al numeroso pueblo de Israel en el tiempo de hambruna y claro también a los Egipcios y a las personas de otros pueblos que venían a comprar de lo que José había guardado mediante la guía de Dios.
También Cristo tiene alimento para las épocas en que nuestra alma tenga hambre y sed, el nos guía para que seamos felices.
lunes, 13 de octubre de 2014
La organización de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la actualidad
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sigue fielmente el modelo dado en las escrituras respecto a su organización:
"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos con los santos, y miembros de la familia de Dios;
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;"
[ Efesios 2:19-21 ]
El Presidente Boyd K, Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles enseñó en la reciente conferencia semestral que: "cada miembro de la iglesia es un elemento crítico en ella". Respecto a esto podemos ver también que en su primera epístola a los Corintios el apóstol Pablo hace una comparación de la iglesia con el cuerpo humano:
"Pues tampoco el cuerpo es un solo miembro, sino muchos.
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
[ 1 Corintios 12:14-22 ]
Así vemos la importancia que cada uno tiene dentro de la organización que el Señor ha dado a su iglesia, uno mismo no es menos por no ser una importante autoridad dentro de la iglesia, puesto que todos somos partes del mismo cuerpo, sin embargo, como miembros de la Iglesia de Jesucristo debemos sostener a nuestros líderes debido a la gran responsabilidad que Dios les ha dado de involucrarse en el progreso de la obra en estos últimos días, previos a la segunda venida del Señor.
A la cabeza de la iglesia se encuentra Jesucristo, quién la dirige mediante las revelaciones que da a sus siervos, el Élder Russell M. Nelson lo enseñó así:
"¡El Señor viviente dirige Su Iglesia viviente!. El Señor le revela a Su profeta Su voluntad para con la Iglesia."
Existe en la iglesia un Presidente que tiene a dos consejeros para ayudarle, actualmente ellos son Thomas S. Monson, el Presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y sus dos consejeros son Henry B. Eyring, que es el primer consejero y Dieter F. Uchtdorf, que es el segundo consejero, ellos 3 conforman la "Primera Presidencia".
Adicionalmente existe el Quórum de los Doce Apóstoles, puesto que tal como Jesucristo al venir a la tierra ordenó a doce apóstoles para ser sus testigos especiales, de igual forma el Quórum de Doce Apóstoles, en la actualidad, son testigos especiales de Cristo.
A los 15 hombres que conforman la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles todos los miembros de la iglesia en cada conferencia semestral los sostienen como profetas, videntes y reveladores, es decir, ellos pueden dar revelaciones de Dios para toda la iglesia y lo que ellos hablan es la voluntad del Señor:
"Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo; y aunque pasaren los cielos y la tierra, mi palabra no pasará, sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo."
[ DyC 1:38 ]
Vemos de esta escritura el gran nivel de confianza que el Señor deposita sobre aquellos que ha llamado a ser sus siervos, al grado de considerar igualmente válidas sus propias palabras así como las de ellos, sabiendo el que sus siervos hablan conforme a su voluntad en todas las cosas, puesto que son inspirados por el Espíritu Santo, "por lo que declaran las palabras de Cristo" [2 Nefi 32:3]
Otra cosa muy importante es que ellos toman las decisiones más importantes respecto de la iglesia, el Élder Russell M. Nelson, lo enseñó así:
"El llamamiento de quince hombres al santo apostolado nos proporciona gran protección como miembros de la Iglesia. ¿Por qué? Porque las decisiones de esos líderes deben ser unánimes. ¿Se pueden imaginar la forma en la que el Espíritu debe inspirar a quince hombres a fin de que logren la unanimidad? Esos quince hombres tienen diferente formación académica y profesional, con diferentes opiniones sobre muchas cosas, ¡créanmelo! Esos quince hombres —profetas, videntes y reveladores— ¡saben cuál es la voluntad del Señor cuando se logra la unanimidad! Están comprometidos a asegurarse de que verdaderamente se haga la voluntad del Señor. El Padrenuestro proporciona a cada uno de esos quince hombre el modelo al orar: “Sea hecha tu voluntad en la tierra así como en el cielo”."
También en las escrituras vemos como el Señor llamo y envió a los Setenta a predicar su Evangelio:
"Y después de estas cosas, el Señor designó a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar a donde él había de ir.
Y les dijo: La mies a la verdad es mucha, pero los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
Id, he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.
El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, ¡aun los demonios se nos sujetan en tu nombre!
Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
He aquí os doy potestad para hollar serpientes y escorpiones, y vencer toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
No obstante, no os regocijéis de esto, de que los espíritus se os sujeten, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos."
[Lucas 10:1-3, 16-20]
Según tengo entendido en la actualidad existen ocho Quórumes de Setentas, pero de ellos solo el primer y el segundo Quórum son considerados autoridades generales, es decir, solo ellos pueden ir a cualquier parte del mundo a servir. El resto de Quórumes de setentas son los llamados "Setentas de Área" porque sirven en áreas geográficas específicas.
Existe además una presidencia formada por 7 presidentes, que forman la Presidencia de los Setenta:
"Y va de acuerdo con la visión que demuestra el orden de los Setenta, que los presidan siete presidentes, escogidos de entre el número de los setenta;
y el séptimo de estos presidentes ha de presidir a los seis;
y estos siete presidentes han de escoger a otros setenta, además de los primeros setenta a los cuales pertenecen, y han de presidirlos.
y también a otros setenta, hasta setenta veces siete, si por necesidad la obra de la viña lo requiere."
[ DyC 107:93-96 ]
Adicionalmente existe un Obispado Presidente, encargado del bienestar temporal de la Iglesia. El Obispo Presidente y sus dos consejeros también son Autoridades Generales, ellos son los que presiden el Sacerdocio Aarónico de la Iglesia.
Existen además dentro de la iglesia otras organizaciones muy importantes, que prestan servicios a grupos más específicos de miembros de la iglesia, cada una cuenta con su propia presidencia:
La Escuela Dominical es una clase de la Iglesia donde los miembros aprenden los principios del Evangelio:
Las Mujeres Jóvenes es la organización para las mujeres entre 12 y 17 años:
La Primaria es la organización que se encarga de la preparación de clases y actividades para todos los niños (menores de 11 años):
Los Hombres Jóvenes es la organización que se preocupa de los jóvenes entre 12 y 17 años de edad:
La Sociedad de Socorro es la organización de mujeres mayores de 18 años:
Es de esperar que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días este siempre bien organizada, puesto que el Señor siempre busca el orden.
Más información:
Cómo está organizada la Iglesia
https://www.lds.org/topics/church-organization/how-the-church-is-organized?lang=spa
Quórumes de los Setenta
https://www.lds.org/church/leaders/quorums-of-the-seventy?lang=spa
sábado, 4 de octubre de 2014
Conferencia General N° 184 de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Hoy y mañana se realiza la conferencia general de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde se comparten los mensajes que los líderes de la iglesia tienen para entregar a todo el mundo, las sesiones se pueden ver ya sea por Internet o en los centros de reunión:
Horarios según la hora de Chile:
Sábado 01 de Octubre
13:00 Sesión Sábado por la mañana
17:00 Sesión Sábado por la tarde
21:00 Sesión del Sacerdocio
Domingo 02 de Octubre
12:30 Música y Palabras de Inspiración
13:00 Sesión Domingo por la mañana
17:00 Sesión Domingo por la tarde
Hay varios sitios de internet donde se puede ver el broadcast:
En la página de la iglesia en 16 idiomas distintos: Conference.lds.org
En Mormon Channel: MormonChannel.org
En facebook (solo en inglés): Facebook.com/LDS
Para tener mayores detalles sobre la conferencia se puede ver la siguiente página:
https://www.lds.org/church/events/october-2014-general-conference?lang=spa
Y para opciones de como verla esta otra página:
https://www.lds.org/general-conference/how-to-view-live?lang=spa
Para miembros de la iglesia, aquí hay una lista de hashtags recomendados para difundir los mensajes en redes sociales:
http://www.mormonnewsroom.org/article/mormon-hashtag-recommendations
Son mensajes que contienen lo mejor para nosotros en estos días, la guía que nuestro Padre Celestial quiere darnos para estos días en que vivimos.
No se la pierdan!
Horarios según la hora de Chile:
Sábado 01 de Octubre
13:00 Sesión Sábado por la mañana
17:00 Sesión Sábado por la tarde
21:00 Sesión del Sacerdocio
Domingo 02 de Octubre
12:30 Música y Palabras de Inspiración
13:00 Sesión Domingo por la mañana
17:00 Sesión Domingo por la tarde
Hay varios sitios de internet donde se puede ver el broadcast:
En la página de la iglesia en 16 idiomas distintos: Conference.lds.org
En Mormon Channel: MormonChannel.org
En facebook (solo en inglés): Facebook.com/LDS
Para tener mayores detalles sobre la conferencia se puede ver la siguiente página:
https://www.lds.org/church/events/october-2014-general-conference?lang=spa
Y para opciones de como verla esta otra página:
https://www.lds.org/general-conference/how-to-view-live?lang=spa
Para miembros de la iglesia, aquí hay una lista de hashtags recomendados para difundir los mensajes en redes sociales:
http://www.mormonnewsroom.org/article/mormon-hashtag-recommendations
Son mensajes que contienen lo mejor para nosotros en estos días, la guía que nuestro Padre Celestial quiere darnos para estos días en que vivimos.
No se la pierdan!
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