No todas las cosas que son ciertas las podemos ver con nuestros ojos, sabemos que hay muchos planetas y estrellas en el universo, sin embargo, no podemos ver una enorme cantidad de ellos, por el solo hecho de que están fuera del alcance de los sentidos con los que percibimos el mundo.
La fe es algo tan importante y básico en nuestras vidas; la fe es creer en aquello que no vemos y que sin embargo es verdadero, por fe los hombres y mujeres se sienten impulsados a amar a Dios, a quien no han visto en principio, pero que se manifiesta en su debido tiempo a aquellos que tienen una fe fuerte, sí, al final todos hemos de presentarnos ante Dios.
No obstante las grandes divisiones en cuanto a lo religioso, la fe nos da a todos algo en común, es algo que todos compartimos, el creer que hay algo más grande que el hombre, más poderoso que lo terrenal, el saber que como personas somos simplemente débiles en cuanto a fuerza, que nuestra vida pasa velozmente, que dependemos de nuestro aliento para poder mantenernos con vida, que las riquezas o carencias y los afanes de la vida son temporales, todo ello nos lleva a reconocer que dependemos de Dios, que ciertamente el es quién nos da el poder para vivir esta vida en la cual nuestras capacidades para obedecerlo son puestas a prueba.
En particular los cristianos de todo el mundo ejercen su fe en Jesucristo, quién ejerció su ministerio en bien de todos los hombres, para que por medio de su poder para redimirnos del pecado y de la muerte física, llegásemos en lo futuro a ser libres de toda cadena que detuviese nuestro progreso más allá de esta vida.
Ejercemos la fe en Jesucristo al sentir y saber que el vivió entre los hombres como nuestro Salvador y lo hacemos sin siquiera haberle visto, ejercemos la fe en él al saber que él es quién vendrá por segunda vez a la tierra como lo aseguro antes de ascender a los cielos frente a sus apóstoles.
Aún con todo no es suficiente solamente con tener fe en Jesucristo, también debemos tener fe en lo que Jesucristo nos enseña, porque no siempre podremos ver con los ojos todas las cosas a las que el se ha referido en sus enseñanzas, por ejemplo, el dijo:
"En la casa de mi Padre muchas moradas hay, de otra manera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros"
[Juan 14:2]
Los apóstoles con quienes hablaba, no sabían nada de aquello al parecer, sin embargo ellos sabían que debían ejercer la fe en las palabras de su Señor, de modo que ellos sabían por la fe en lo que oyeron, que habrían moradas para ellos preparadas por Jesucristo en la casa de su Padre.
Yo sé que es muy importante que mantengamos viva la fe en Jesucristo y la fe en sus palabras y enseñanzas, sé que el valora nuestros esfuerzos por seguirle, por obedecerle, por tratar de ser más justos, así como el lo fue, sé que es por medio de la fe que podemos estar seguros de que el fue más que un simple hombre, más que un profeta, si porque el vino en humildad y nos dio las enseñanzas de su evangelio, nos enseño a amar en vez de odiar, nos enseño el camino de la mansedumbre y la caridad, nos mostró que es mejor servir que ser servido, nos dijo que más bienaventurado era dar que recibir, nos enseño un modo de vivir con respeto hacia todos, recalcando que todos son valiosos ante Dios, que todos somos hijos de un Padre que está en los cielos, que ni un pajarillo cae a tierra sin que ese bondadoso Padre que está en los cielos lo note, sí, un ser bondadoso que nos conoce con todo detalle, que sabe de nosotros y nuestras preocupaciones, que sabe aún cuantos cabellos hay en nuestra cabeza, si cada uno de ellos esta contado, ese es el Dios en el que creemos un ser tan lleno de amor que esta allí cada día esperando que demos lo mejor que hay en nosotros mismos, sí, porque nos ama y nos conoce y quiere lo mejor para cada uno, aún cuando la tarea sea ardua.
En las palabras finales de Moroni en el Libro de Mormón leemos:
"Por tanto, debe haber fe; y si debe haber fe, también debe haber esperanza; y si debe haber esperanza, debe haber caridad también."
[Moroni 10:20]
jueves, 4 de junio de 2015
viernes, 13 de febrero de 2015
Batallas espirituales durante la vida
La vida es un gran campo de batalla espiritual con enemigos reales:
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes."
[Efesios 6:12]
La adversidad es parte vital de nuestra existencia en la tierra, así lo explicó Lehi a Jacob su hijo nacido en el desierto:
"porque es preciso que haya una oposición en todas las cosas. Pues de otro modo, mi primer hijo nacido en el desierto, no se podría llevar a efecto la rectitud ni la iniquidad, ni tampoco la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal. De modo que todas las cosas necesariamente serían un solo conjunto; por tanto, si fuese un solo cuerpo, habría de permanecer como muerto, no teniendo ni vida ni muerte, ni corrupción ni incorrupción, ni felicidad ni miseria, ni sensibilidad ni insensibilidad.
Por lo tanto, tendría que haber sido creado en vano; de modo que no habría habido ningún objeto en su creación. Esto, pues, habría destruido la sabiduría de Dios y sus eternos designios, y también el poder, y la misericordia, y la justicia de Dios."
[2 Nefi 2:11-12]
El enemigo ha acechado permanentemente a los santos de Dios, tratando de destruir el éxito de la obra de Dios y de la predicación del Evangelio, hay una escritura que expresa como el Diablo ha perseguido a la iglesia a fin de provocar apostasía en la tierra:
"Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo."
[Apocalipsis 12:17]
La influencia espiritual del adversario en la mente de las personas que desobedecen a Dios se ve reflejado en los delitos, en las agresiones, violencia y maldad en general, de modo que el adversario es el autor de todo lo malo, en cambio Dios llena nuestra vida con cosas buenas, con inspiración, con buenas ideas, con alegría, con paz, sí, el es el autor de cuantas cosas buenas recibimos: nuestro cuerpo, nuestra vida, nuestra salud, el mundo y el universo en el que vivimos y el aire que respiramos, todo es suyo, aún las personas que amamos y que son nuestros amigos han sido creados por él, así que todo y cada cosa le debemos.
En las propias palabras del Señor:
"Y cualquier cosa que persuada a los hombres a hacer lo bueno viene de mí; porque el bien de nadie procede, sino de mí. Yo soy el mismo que conduce a los hombres a todo lo bueno; el que no crea mis palabras tampoco me creerá a mí: que yo soy; y aquel que no me crea, no creerá al Padre que me envió. Pues he aquí, yo soy el Padre, yo soy la luz, y la vida, y la verdad del mundo."
[Éter 4:12]
Entonces debemos tener siempre en mente que frente a la influencia negativa y la oposición de Satanás en nuestra vida o en la vida de nuestra familia, el Señor nuestro Dios es quien nos dará siempre la fortaleza en esta lucha para vencer al enemigo de nuestra alma, para que podamos triunfar y salir victoriosos frente a todo mal, libres de todo peligro, aunque las bravas olas conspiren y el viento huracanado nos azote, aunque toda la furiosa ira del adversario se haga presente, confiaremos siempre en Dios el autor de todo lo bueno, el Señor y Dios de todo el universo, el Gran Creador, Nuestro Rey Celestial.
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes."
[Efesios 6:12]
La adversidad es parte vital de nuestra existencia en la tierra, así lo explicó Lehi a Jacob su hijo nacido en el desierto:
"porque es preciso que haya una oposición en todas las cosas. Pues de otro modo, mi primer hijo nacido en el desierto, no se podría llevar a efecto la rectitud ni la iniquidad, ni tampoco la santidad ni la miseria, ni el bien ni el mal. De modo que todas las cosas necesariamente serían un solo conjunto; por tanto, si fuese un solo cuerpo, habría de permanecer como muerto, no teniendo ni vida ni muerte, ni corrupción ni incorrupción, ni felicidad ni miseria, ni sensibilidad ni insensibilidad.
Por lo tanto, tendría que haber sido creado en vano; de modo que no habría habido ningún objeto en su creación. Esto, pues, habría destruido la sabiduría de Dios y sus eternos designios, y también el poder, y la misericordia, y la justicia de Dios."
[2 Nefi 2:11-12]
El enemigo ha acechado permanentemente a los santos de Dios, tratando de destruir el éxito de la obra de Dios y de la predicación del Evangelio, hay una escritura que expresa como el Diablo ha perseguido a la iglesia a fin de provocar apostasía en la tierra:
"Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo."
[Apocalipsis 12:17]
La influencia espiritual del adversario en la mente de las personas que desobedecen a Dios se ve reflejado en los delitos, en las agresiones, violencia y maldad en general, de modo que el adversario es el autor de todo lo malo, en cambio Dios llena nuestra vida con cosas buenas, con inspiración, con buenas ideas, con alegría, con paz, sí, el es el autor de cuantas cosas buenas recibimos: nuestro cuerpo, nuestra vida, nuestra salud, el mundo y el universo en el que vivimos y el aire que respiramos, todo es suyo, aún las personas que amamos y que son nuestros amigos han sido creados por él, así que todo y cada cosa le debemos.
En las propias palabras del Señor:
"Y cualquier cosa que persuada a los hombres a hacer lo bueno viene de mí; porque el bien de nadie procede, sino de mí. Yo soy el mismo que conduce a los hombres a todo lo bueno; el que no crea mis palabras tampoco me creerá a mí: que yo soy; y aquel que no me crea, no creerá al Padre que me envió. Pues he aquí, yo soy el Padre, yo soy la luz, y la vida, y la verdad del mundo."
[Éter 4:12]
Entonces debemos tener siempre en mente que frente a la influencia negativa y la oposición de Satanás en nuestra vida o en la vida de nuestra familia, el Señor nuestro Dios es quien nos dará siempre la fortaleza en esta lucha para vencer al enemigo de nuestra alma, para que podamos triunfar y salir victoriosos frente a todo mal, libres de todo peligro, aunque las bravas olas conspiren y el viento huracanado nos azote, aunque toda la furiosa ira del adversario se haga presente, confiaremos siempre en Dios el autor de todo lo bueno, el Señor y Dios de todo el universo, el Gran Creador, Nuestro Rey Celestial.
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